“Tenemos que pensar en una Corporación abierta para todos los municipios, lo digo porque en Rioblanco la presencia ha sido escasa, mínima, sin mayores acciones en el territorio”. Elisabeth Barbosa, alcaldesa de Rioblanco.

La jornada de elecciones de delegados para el Consejo Directivo de Cortolima entregó voz y voto a los alcaldes de Rioblanco, Mariquita, Fresno y Ortega.

Cada año en esta época, los alcaldes del departamento se reúnen para elegir a los cuatro delegados que harán parte del Consejo Directivo de Cortolima durante un año. Este ejercicio no solo aporta a la conformación de este órgano, sino que también se considera un termómetro que mide las tendencias políticas en los municipios de la región.

Durante la reunión de la Asamblea Corporativa de la CAR presidida por el gobernador Ricardo Orozco Valero, se abordaron varios temas, entre ellos la presentación de los Estados Financieros de la vigencia fiscal 2022 y la aprobación de un proyecto de acuerdo para modificar los estatutos de Cortolima. También se discutió la elección de los cuatro mandatarios que harán parte del Consejo Directivo durante el periodo 2023 – 2024.

La mayor discusión se centró en este último punto, ya que los delegados elegidos tendrán voz y voto en importantes decisiones relacionadas con el medio ambiente. En esta ocasión, el partido de La U logró acceder a dos sillas y fue decisivo en las votaciones, lo que reflejó las alianzas que se tejieron a última hora.

Los elegidos fueron los mandatarios Ómar Carrillo de Ortega y Juan Carlos Castaño Posada, ambos del partido de La U y afines a la línea conservadora del ‘barretismo’. El otro lugar se lo llevó Jorge Alexander Mejía, de Fresno y militante del partido Conservador afín al ‘gomezgallismo’.

Lo inesperado.


La sorpresa del día fue la elección de la plancha de la liberal Elisabet Barbosa, mandataria de Rioblanco, quien obtuvo 17 votos y contó con el apoyo de varios alcaldes de las ‘toldas rojas’, conservadores cercanos al senador Miguel Barreto Castillo y algunos burgomaestres que se consideran ‘no alineados’ con el gobierno de Ricardo Orozco Valero.

Para algunos analistas políticos, el perdedor de esta jornada fue el senador Miguel Barreto Castillo, quien intentó repetir la estrategia del año anterior y lograr tres lugares a través de coalición. Sin embargo, en esta ocasión no logró obtener el ‘guiño’ del partido de La U, ni tampoco de la línea del ‘gomezgallismo’.

Algunos mandatarios expresaron que se hizo una elección democrática al interior de Cortolima, y que esperan que la participación de la alcaldesa Barbosa permita revisar temas que les inquietan, como los drásticos cobros que estaría haciendo la CAR por tasa retributiva y vertimientos.

La Corporación debería jugar un papel complementario con las alcaldías, no tan inquisitivo, y trabajar en coherencia con lo que se ha propuesto para el departamento.

La jugada política de Honda.

La idea de los liberales era lograr una representación significativa en el Consejo mediante alianzas estratégicas. La meta era asegurar dos sillas en el Consejo, lo que les daría una mayor voz y voto en las decisiones importantes que se tomaran. Sin embargo, las cosas no salieron según lo planeado.

En primer lugar, la ausencia del mandatario Richar Cardozo de Honda fue un revés para el partido liberal. Cardozo era una pieza clave en las negociaciones, y su ausencia dificultó la tarea de asegurar los votos necesarios para lograr las sillas en el Consejo.

Además, a último minuto uno de los votantes cambió de opinión, lo que sorprendió a los liberales y los dejó con un sabor amargo. Este cambio de opinión fue un golpe adicional para los liberales, que se encontraban ya en una situación difícil.

A pesar de estos contratiempos, los liberales no se dieron por vencidos y siguieron trabajando duro para alcanzar sus objetivos. Aunque la tarea no fue fácil, finalmente lograron obtener una silla en el Consejo, lo que les permitió tener una mayor participación en las decisiones importantes que se tomarían en el futuro.

WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE